Al hacer ejercicio, nuestro cuerpo pierde más agua, por tanto necesitamos beber más para permanecer bien hidratados. Una regla básica para conseguirlo es: beber, antes, durante y después de realizar cualquier actividad deportiva.
Durante la actividad física, lo ideal es beber agua en intervalos regulares cada 10 o 15 minutos, por lo que en FNA te recomendamos que cargues con tu botella de agua de agua e ir dando pequeños sorbos para reponer el agua que perdemos con el sudor. Esto nos ayudara a evitar la aparición de calambres, mareos, hipertermia e incluso lesiones.
Después del ejercicio, es prioritario compensar la pérdida de líquidos y sales, para una mejor recuperación de los músculos. Cuanto antes empecemos a reponer el líquido, antes nos recobraremos del ejercicio. Para ello, la mejor manera de hacerlo es con AGUA MINERAL, puesto que su composición constante en minerales ayudará al organismo a restaurar de forma saludable las cantidades eliminadas y lograr rápidamente un nivel normal de hidratación.
Cabe mencionar que existen varios tipos de aguas, según su mineralización:
Mediante el residuo seco (RS) se puede conocer la cantidad de minerales que contiene un agua. Si nos fijamos en las etiquetas del agua embotellada podremos observar de qué tipo de mineralización estamos ingiriendo: si el RS es inferior a 50mg/l sería muy débil, entre 50m y 500 mg/l sería débil, 500 y 1500 mg/l media y superior a 1.500 mg/l hablaríamos de mineralización fuerte. Para garantizar un buen rendimiento durante la práctica del deporte, es bueno elegir un agua mineral que ofrezca una composición adecuada en minerales, porque nos hidrata sin aportar calorías, nos permite rendir más, y ayuda a nuestro cuerpo a reponer los minerales perdidos durante el esfuerzo. Pero no todas las marcas ofrecen esta mineralización, el 80% tienen una mineralización débil.
Si quieres conocer un poco más…
#Haz_tu_cita
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